jueves, 1 de marzo de 2012

CRÍTICA AL OLEOCENTRISMO.

La Pintura en Bellas Artes.
Desde su fundación en el año 1,918, la ENSABAP ha formado artistas de reconocida trayectoria nacional e internacional, erigiéndose como la Escuela de Arte más importante del país. Para corroborar tal afirmación basta mencionar a los Academicistas, al Indigenismo o a los Independientes quienes en su momento llegaron a ser importantes representantes de la plástica peruana. La mayoría de ellos surgió desde la carrera de Pintura que es una de las especialidades fundadoras y de las más representativas de Bellas Artes.
Pese a los logros alcanzados en tiempos pasados, la desactualización de los medios, materiales y teorizaciones en cuanto al arte, en el área de pintura, ha terminado por desfasar a la especialidad en el tiempo. Este desfase no es atendido porque se oculta debajo de los mitos que existen de la carrera.
Por ello, como indicador puntual y medible mencionaré el asunto de las herramientas, instrumentos, equipos y mobiliario utilizados de manera estructural y orgánica en los talleres, citando a Vigotsky cuando afirma que “la herramienta define la estructura de pensamiento y la relación del individuo con su medio natural y social”
Si revisamos las carreras de Artes Plásticas y Visuales encontramos que la más joven es la especialidad de Conservación y Restauración que tiene solo un lustro de funcionamiento. Posee una naturaleza compleja que hace difícil intentar realizar un dibujo certero de su actual momento.
En el caso de Grabado es bastante claro percibir la ebullición por la que pasa la especialidad en la gran variedad de técnicas, procedimientos y medios que plantea: Poseen una sala de cómputo autónoma desde hace ya un tiempo, asimilando el diseño gráfico digital, la fotografía y las impresiones digitales como medios válidos para sus propuestas, ni que decir de la variantes que la carrera asimila en los tintes, pinturas y soportes (papeles diversos, aglomerados, maderas, plásticos, viniles, telas, etc.) todo ello articulado con los medios y talleres tradicionales, propios de la carrera.
Escultura por su parte ha sumado en los últimos 25 años equipos, herramientas y materiales a sus posibilidades técnicas y expresivas: los ya conocidos talleres de soldadura eléctrica y autógena, maquinaria eléctrica como taladros, moladoras y pulidoras; lo que ha permitido incrementar posibilidades y técnicas variadas al tradicional modelado en arcilla. Podemos citar el labrado en piedra, tallado en madera, ensamblajes, metales, el moldeado y vaciado en resina, fibra de vidrio y otros materiales.
La especialidad de Pintura, pese a valiosos intentos de contextualizar y actualizar la carrera tanto en la parte conceptual como en sus medios de expresión, se mantiene bastante determinada y encasillada en ciertos cánones de la pintura al óleo, ligados al neoclasicismo y el luminismo. Paradójicamente, en ciertos casos se amparan en el romanticismo para defender una supuesta “subjetividad incuestionable”.
Es cierto que han existido propuestas más autónomas y actualizadas pero que se han generado mayormente por iniciativas personales de parte de algunos estudiantes y profesores que a través de una propuesta organizada y sistematizada desde la especialidad.
Oleo, pincel  y tela.
Por ello, si visitamos los talleres de Pintura en la ENSABAP, estaremos viendo un repetido panorama de caballetes y bancas no muy diferente de los primeros talleres de pintura de la ENSABAP allá por los inicios del siglo pasado.
 Ni que hablar de los materiales: se continúa con la predilección y la práctica casi exclusiva del óleo sobre superficie plana*. Las herramientas siguen siendo pinceles y paleta; tal como los pintores del siglo de las luces en Europa, lo cual podría excusarse en cierta tradición pero que resulta llamativa como propuesta para un país tan diverso y multicultural.
No estamos en contra del óleo o del pincel. Sí a favor de incluir otras alternativas para los estudiantes de esta carrera, pero de una manera sistemática. Es tiempo de que Pintura pase a ser una carrera laica.
Como egresado de Pintura y actual profesor en Bellas Artes, creo que la especialidad puede replantearse y dinamizarse a partir de propuestas sólidas, dejando de lado cánones y modelos lejanos o esperanzándose solo en esfuerzos aislados de algún docente o estudiante de turno.

Hoy la institución cuenta con dos Programas y cinco carreras profesionales; sin embargo al hacer el análisis de las especialidades encontramos que la que menos ha evolucionado es Pintura. La crisis de Pintura en Bellas Artes pasa desapercibida porque sus problemas se ocultan debajo del marcado estereotipo que existe del pintor.

Carlos Valdez Espinoza 11 dic. 2011


*El acrílico y otros materiales existen sí, pero por iniciativas bastante atomizadas.

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